Muchos dirían que para enamorar vas a necesitar un paquete de billetes de cien, yo digo que sólo tienes que bajarte lo pantalones y enseñar lo que tienes. Para todos es diferente, es una gran pérdida. Bueno eso era hasta que me enamoré. ¡ES UN INFIERNO! No lo hagan. Denle al botón de "escape".
"¿Que haces Rafael?". Preguntó mi novia.
"No estoy escribiendo una novela sobre mi vida amorosa y como te conocí, te lo aseguro". Respondí nervioso.
"Entonces, ¿que es un infierno y porque hay que evitarlo?".
"¿No estabas leyendo tu novela de Mortal Kombat? Regresa a lo que estabas haciendo".
Como iba diciendo, NO es un infierno. Sólo es mal entendido. Creo. Bueno no importa sólo es complicado. Me enamoro y entones una perra viene a dañarlo. Siempre de metiche en mi vida, ¡no me deja en paz, ni cagar me deja! Joder, ya se parece a mi novia cuando estuvo embarazada. Créeme ella estaba, te digo, en un viaje de nota loca.
"Rafael, estoy detrás de ti". Se ríe.
"Calla, estoy escribiendo".
"Ah que te meto, por lucio". Agarró mis cachetes y lo besó.
Si quieren conocer como rayos me metí en este hermoso lío, lee mi historia y sabrán lo que esta pasando en mi vida o pasó.
Tercer libro de la serie amores de la mafia [EN PROCESO]
Crecer como la hija de uno de los capos de Italia solo tiene una ventaja -tener un matrimonio asegurado-, y para mí no es una ventaja porque tener matrimonios concertados solo te convierte en la esclava sexual y fábrica de bebe. Cosa que me niego rotundamente a ser.
Pero vivir en una ciudad donde tu padre tiene ojos en cada esquina y miles de voces que le informan las cosas antes de que pueda suceder es una tortura y esa tortura me llevo a contraer matrimonio con él, Alessandro Lucchese.
Esta es una historia que me pertenece en su totalidad. No permito ni acepto copias, adaptaciones, reproducciones, transcribir o trasmitir por cualquier medio físico o mecánico sin mi consentimiento.