Wei Wuxian iba a ser despedido. Tan increíblemente y completamente despedido. Cuando Wei Wuxian envía accidentalmente una foto de pene a su jefe, el famoso Lan Wangji, sabe que no hay forma de escapar de las consecuencias. Parece que la suerte de Wei Wuxian finalmente se ha agotado. ¿O no?