A Kate la vida le ha enseñado que el amor no existe y que todo debe funcionar en modo automático, estudiar algo práctico para poder trabajar y vivir de ello, tener una vida estructurada. Esos no son los planes de su mejor amiga y brújula moral que, al darle un regalo de graduación en forma de vacaciones a España, pondrán su mundo de cabeza al atraparla en enredos amorosos con un hombre que la hará replantearse lo que ha creído toda su vida.
Un hombre que la envuelve y la hace sentir cosas que nunca se imaginó, pero él es por completo prohibido para ella o eso es lo que piensa, sin embargo, no puede evitar caer por él.
Su vida se convierte en un mundo de mentiras, engaños y encubrimientos para poder estar con el hombre que la hizo sentir el más puro y delicioso placer, así como el más dulce amor. Pero, cómo vivir esta experiencia de forma normal, como atesorar todos esos momentos si deben ocultarse de cualquier mirada curiosa. ¿Cómo creer en el amor si su mente le grita que no existe pero su corazón muere por descubrirlo?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.