Ha pasado casi un año desde que Steven emprendió un viaje por todo el país, totalmente entregado a la terapia para abordar sus luchas emocionales y redescubrirse a sí mismo.
Durante este tiempo, no ha visto a sus seres queridos en persona, y el anhelo de reunirse con ellos -para compartir un cálido abrazo, contar sus aventuras y revelar todo lo que ha aprendido- se ha hecho más fuerte cada día que pasa.
Así que, cuando su terapeuta por fin le da el alta, Steven decide que es hora de volver a su ciudad natal, Ciudad Playa. No obstante, no es la misma persona que se fue. Atrás ha quedado el chico que siempre ponía a los demás en primer lugar, sin importarle el coste para sí mismo.
Ha aprendido la importancia del autocuidado, comprendiendo que no está obligado a salvar el mundo a costa de sí mismo, que su felicidad y su salud son tan importantes como las de los demás.
Sin embargo, justo cuando empieza a reconectar con su antigua vida, ocurre un desastre. Homeworld es atacado, las gemas de la Tierra empiezan a desaparecer misteriosamente y viejos enemigos regresan en busca de venganza.
Ahora, atrapado entre su deseo de una vida pacífica y las responsabilidades de su pasado papel como salvador del universo, Steven debe encontrar la manera de conciliar su nueva perspectiva con las exigencias de proteger a aquellos que le importan.