Habla Dios, de multiforme ingenio, que llena las copas de dulce vino, de aquella mujer que a ti acudió en búsqueda de las más fortuitas aventuras, más allá del gusto propio de los hombres, pues la leyenda cuenta que belleza como la suya pocas veces se conoce y ansias como las que profesaba por una doncella de dorados cabellos, no se han visto nuevamente en una tierra como esta.