-¿Podré ver a mis padres ahora?- preguntó, con lágrimas en los ojos a la figura frente a él.
En el bosque prohibido, a punto de ofrecerse como un cerdo para el matadero, Harry; con la piedra de la resurrección en mano, preguntó si podría ver al fin a sus padres cuando su destino se cumpla y perezca. La figura encapuchada frente a él permanecía en silencio, girando levemente el rostro en confusión, como si no pudiera entender la pregunta que le hacía, y señaló detrás suyo las figuras fantasmales de Remus y Sirius que se veían visiblemente tristes.
-Ellos nunca estuvieron de éste lado, cachorro- habló Sirius.
-Sirius... no entiendo- murmuró, su corazón golpeando dolorosamente en su pecho.
-Ellos nunca murieron- la voz espectral de la muerte le llegó desde atrás y Harry volvió a girarse hacia el antiguo ser.
El pequeño hilo que sujetaba su cordura rompiéndose.
-¿Qué?- susurró, sintiendo las primeras lágrimas caer.
...
-¿Aún quieres ir a morir?- preguntó el ser encapuchado, Harry lo miró, con su rostro desfigurado en el cansancio y sus ojos brillando con la traición.
-Sí- susurró.
...
-¿Duele, Sirius?...- giró levemente la cabeza para ver a su padrino -¿Duele morir?- preguntó, y el hombre de fantasmales ojos grises le sonrió con tristeza.
-Es como quedarse dormido- le respondió con voz serena.
Iris va a llegar al fútbol club Barcelona con una sola misión, ser la encargada del documental secreto que van a hacerle a un Gavi que acaba de romperse los cruzados y que ha dejado claro al club que no quiere saber nada de documentales.
Ella no aguantará el mal humor del sevillano, este por su parte no le dará la oportunidad de conocerla.
Pero el amor tiene otros planes para ellos.
¿Qué pasará cuando Gavi se entere que ella está detrás de su documental con el tiempo?