El niño corre sin rumbo mientras a gritos llama su nombre, nombre que a su vez intercambia por un «¡hermano!» cuyo destino también será quedar varado en el aire, sin respuesta. En su mano derecha sostiene la gran cuchilla que tomó de la tierra. Cuando por fin se detiene, siente arder sus pulmones y su vista se torna borrosa. Antes de caer al suelo le parece vislumbrar su rostro enfermizo. Al cerrarse sus ojos, lo absorbe la certeza de que está solo. Ahora ambos lo estaban. ♦ [Mi intento de desarrollar un poco más la backstory de Shen Wei y Ye Zun / 100% basado en el canon del drama]
6 parts