Por más que huya, él siempre me encuentra. Me convenzo a mí misma de que no me hace daño. Comenzó siendo mi juguete, sin embargo soy yo quien está atrapada en su casa de muñecas. Por culpa de un engaño. . . . . . . . . . . ni yo sé qué estoy escribiendo. Sois libres de entrar o seguir buscando algo para leer.