Nunca conocí a mi familia, sólo sé que nadie me quería en mi hogar, tanto así que me vendieron a unos rufianes, una parte de mi infancia la viví en un bosque muy alejado de una aldea en la cual sólo había pobreza. A los tres años de edad maté a aquellas personas que se hacían llamar mis "padres". Con el paso del tiempo conocí a un chico solitario, no entendía por qué, ese chico era más amable que cualquier otra persona que hubiera conocido, pero siempre tenía máscara. Fuí su amiga durante dos años y me hubiera gustado serlo por aún mas tiempo pero parecía que el chico no pensaba igual. Años después conocí la verdad, yo soy...