Su mente era un caos pensando en pros y contras, estuvo así por unos minutos hasta que por fin tuvo una respuesta. -Al demonio, llévame a donde quieras, arrástrame contigo, haz conmigo lo que te venga en gana. Soy todo tuyo- abrió sus brazos, lo que hizo sonreír al moreno. -Sígueme.