Esta historia da origen en mi nueva aplicación de notas:
Al inicio del año cambié de celular, el nuevo tenía la particularidad de no poseer notas.
Pero ya no, hace poco se actualizó su software y con esta actualización vinieron las tan deseadas notas
Esto originó una emoción sin igual de mi parte, al igual que de mi mente, deseosa de una nueva historia por imaginar y, por supuesto, mi mano. Que lleva sin escribir desde el año anterior la pobre.
Ahora sí, sean bienvenidos a este campo de batalla ¿Quien ganará? ¿Mis necesitados dedos o mi imaginación sin fin? ¿Serán ciertas estas afirmaciones por parte de cada una? Ya lo veremos en "La batalla entre la mente y la mano"