Clea Tryson es adicta a las listas. Es fiel creyente de la organización y goza de una estabilidad emocional casi perfecta. Todo comenzó con su primer lista, hecha desde los seis años, en la cual anotaba todos los deseos que pedía enumerados del uno al cien. En ellos siempre pedía lo mismo; que su amigo imaginario llamado Bruno, fuera real. Al pasar los años sus deseos se conceden. Cuando esto pasa, su vida se ve envuelta en nuevas aventuras, experiencias y drásticas decisiones. ¿Se arrepentirá de haber deseado a aquel chico?