No me podía creer que el primer chico que entrara en mi habitación fuera él. Empezó a mirar mis pósters de los equipos de la liga, de Pirlo, Torres, de todos los grandes del fútbol. Mi colección de Oliver y Benji. Las bubucelas que tenia en una estantería. Mis libros, la mayoría de ellos de 'Leyendas del futbol' o cosas similares. Luego empezó a ver mis fotos con Marta haciendo el tonto. Centro su mirada en mi y sonrió. Su sonrisa me estaba volviendo loca.