El término Rhythm and Blues se adapta con el tiempo, tanto como cambia quien lo escucha ¿Por qué no cambiarlo nuevamente? Jeremy y Angie solo tienen dos cosas en común, un humor de perros y nombres sacados de canciones. Ella se ha criado rodeada de lujos, desconoce el significado de la palabra amabilidad y se aferra a su acidez y sarcasmo para esconderse de sí misma. Él solo sabe escapar de sus problemas, apenas si tiene dónde caerse muerto y se niega a planear un futuro por miedo a fracasar. Creen ser las dos caras de la moneda, pero parece que tienen más en común de lo que sospechan... Y no les tomará tanto tiempo descubrirlo ahora que están obligados a compartir más tiempo del que ninguno jamás desearía. Porque además de tener nombres de canciones poseen otro importante elemento en común. El baile.
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