Corriendo los tiempos de posguerra, David Staučė, nieto de inmigrantes lituanos, respeta la tradición familiar de engañarse a sí mismo, ignorando el autor y el nombre de la réplica de una pintura. La necesidad de rescatar simbólicamente la tierra que habían perdido sus mayores, lo hace visitar Rosario, con la intención de remedar aquel paisaje en el óleo. Al regresar del viaje, una persona, Dolores García, comienza a remitirle cartas confesando que lo ama. En medio del vórtice de angustias, miedo, amor, y de haber conocido a Ana María, se plantea si Dolores García existe en verdad. ¿Quién podía ser esa mujer que decía conocerlo y amarlo? Un desenlace atroz y jamás imaginado por David se le presenta en su camino: el mismo que deberá develar es el mismo del que deberá huir.