Para Amelia Araujo significo un gran reto enfrentar la cruda realidad que el destino estaba poniendo en sus narices, ella jamás imagino verse enredada en una turbia tormenta de la cual ella solo era un peón más; acostumbrada a ser la protagonista de las historias se negó a ser un papel secundario en esa realidad para la cual ya estaba más que sumergida, a la vez que moralmente era incapaz de hacer ese tipo de tetras contra su naturaleza; indignada y humillada pretendió salir lo menos embarrada de esa caótica situación, y aunque el shock no la dejara ingeniar una salida próxima sus objetivos no permitieron que se desbocara del caudal haciéndola consiente de las mentiras en las que creyó y la ingenuidad con la que actuó. Con elogiable astucia puso freno de mano, demostró el nivel de carácter que poseía y como una buena ganadora se retiró haciéndolo quedar como el completo imbécil que fue, no sin antes dejar sentencia de la tormenta que se avecina a su regreso. Para desgracia de Maximiliano Dávalos perder la única mujer que lo ha puesto en su lugar representa vivir con el constante recuerdo de su cobardía, esa misma que oculta detrás de toda la arrogancia maximizada con una soberbia heredada; intentando pasar cada día aparentando tener la vida idealizada que venden las portadas se conforma con la mediocridad de estar viviendo es su propia miseria hasta que el destino gira irremediablemente al presentarle nuevamente a su hermano de vida que en esta ocasión no viene solo, mientras que esa nueva persona entrara a formar parte de su vida hasta arrasar con todo a su paso. Un amor tan intenso. Un amor cargado de odio. Un amor de novela. Un amor correspondido. Pero un amor que no quiere ser confesado. Hasta donde serán capaces de llegar para salirse con la suya sabiendo que ambos son iguales y juntos solo representan una bomba a punto de estallar. [CONOCE LA I ENTREGA DE ESTOS TOXICO, TAN DESEOSOS DE AMOR Y VENGANZA A LA VEZ]Seluruh Hak Cipta Dilindungi Undang-Undang