Humanos y monstruos vivían en paz, o eso era lo que se creía hasta que un día, sin aviso la masacre y la guerra cayó sobre las cuidades. Ambas razas entraron en desacuerdo provocando que los monstruos fueran expulsados y desterrados de sus puestos, los humanos combatieron contra monstruos durante un largo tiempo, un tiempo cubierto de pérdidas y sufrimientos. Tras la victoria de los humanos, la muerte del rey monstruo llegó siendo atravesado por la espada del gran monarca, una espada única y fundida en acero puro capaz de anular la magia de cada monstruo, fabricado por hechiceros prodigios. En toda la humanidad esa era la única espada capaz de portar dicha habilidad; no solo eso... Cuenta una leyenda que aquella espada es capaz de corromper el alma de los humanos al ser atacado o utilizado con la misma, todo debido a una incompatibilidad y diferencia de poderes; el portador de esta adquiere habilidades comparables o superiores a las de un monstruo pero esta solo fue utilizada por el monarca una vez con la finalidad de asesinar al rey del bando contrario, después de eso este cayó en un enfermedad la cual terminó corrompiendo su alma, dando por fin a su vida; desde ese momento la monarquía descendió a una persona y con ello la paz y existencia de una sola raza apareció manteniéndose durante años. Luego de todo lo provocado, hay alusiones que dicha espada fue ocultada para evitar ambición y muertes; frente a todo el disturbio ocurrido y hasta los presentes días sigue oculta en lo más profunda de la tierra esperando nunca ser utilizada. Ante la muerte del rey, los monstruos no tuvieron otra decisión más que ser encerrados en lo que todos llamaron "Sub-suelo" siendo presos de su libertad por los tres mejores entrenados hechiceros. Una vez desterrados y con algo de provisiones para un par de años, los monstruos se tuvieron que adaptar, todo ello hasta que un día la libertad estuviera frente a sus ojos nuevamente, para vengar lo que una vez los huma