Ha todos nos ha pasado alguna vez que el sin sentido de la vida se anida en nuestra alma y hace un nido de huecos existenciales. Ha todos nos ha pasado que la melancolía, la soledad y el dolor han traspasado los muros del pecho para dejar esparcidos sus hijos por nuestra sangre y nuestro pensamiento. Unos mitigan tales penas sumergiéndose en el alcohol, escuchando musica, sometiéndose a practicas suicidas... otros escribimos poesía.