Brooke Davies siempre ha sido una chica insegura, no tuvo una infancia fácil y muchas veces se ha planteado la idea de no ser lo suficientemente buena para los demás. Le persiguen demasiados demonios que le hacen infravalorarse, fingir y no aceptar lo hermosa que es. ¿Él amor? No cree demasiado en él, y da por hecho que enamorarse es una locura que no debería cometer, pero déjenme decirles que su vida dará un giro de 360 grados y todo lo que ella consideraba locuras formarán parte de su día a día, parte de ella.
Andrew Wilson es todo lo contrario, pero no se equivoquen, tienen más cosas en común de las que ellos creen. Andrew es un chico al que tuvieron que brindarle amor personas que no eran las que debían ocuparse de ello, al igual que Brooke él tuvo una infancia difícil, de la cual ha aprendido y no se deja pisar por nada ni nadie, pero no descartemos la idea de que los fantasmas del pasado regresen y le atormenten. ¿Él amor? Piensa que es lo más bonito que existe, una locura que todos deberíamos cometer en nuestra vida. La palabra locura forma parte de él, -literalmente-y cometerlas le hacen sentir vivo y libre.