Allí donde el ser humano es realmente humano, donde reside su esencia muchas veces olvidada o simplemente ignorada. Pues he querido comentar un poco desde mi humilde punto de vista la relación del hombre con respecto a la transcendencia. Aquella sed más profunda que inspira a una persona a preguntarse sobre si misma. De esa felicidad a la que se siente llamada e impulsada a descubrir otro horizonte.