El instituto privado Saint Pritchard era el más reconocido de California.
Incluso personas de otros países llevaban a sus hijos allá, ya que la educación era excepcional y el renombre solía elevar orgullosamente más de un mentón.
Otras personas estaban allí por invitación o cupos personales por familiares, descendencia de familia, etcétera.
Habían muchísimos tipos de personas, podríamos nombrar cientos: amantes del patriarcado, feministas, prostitutos/as a voluntad, gente tímida, gente sexy, gente alegre, gente loca, cantantes, guitarristas, pianistas, bailarines, pintores, dibujantes, depresivos, festivos, perversos.
Sin embargo, más allá de este paraíso adolescente, la mejor y más interesante parte de todo esto, eran los clubes recreativos. Y, fuera de cualquier contexto que guardara un club recreativo o de estudio, la verdadera razón de su importancia para los alumnos era que cada club, resguardado de la vista de los adultos (ya fuesen padres o docentes) camuflaba una necesidad insana, o, más comúnmente llamada, adicción.
Entre todas las adicciones de este lugar (al tabaco, al alcohol, a las drogas...), había una que se destacaba ligeramente: camufladas tras el club de fotografía, se encontraban las personas adictas al sexo.
Bueno, gente, no se asusten. En realidad, no es tan vulgar como suena. El lenguaje es muy cuidadoso, porque no me gusta el dirty talk (palabras sucias), así que ésto, más que pornográfico, será como leer la rosa de Guadalupe versión LGBTQ+ (?)
Léanla.
Los amito!
-RosieLyonFack♡
(Fanfic Kwon Jae-sung)
𝐏𝐨𝐫 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐧𝐚 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐧̃𝐚 𝐫𝐚𝐳𝐨́𝐧, 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐜𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐜𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐛𝐢𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝. 𝐍𝐨 𝐢𝐦𝐩𝐨𝐫𝐭𝐚 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐝𝐮𝐫𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐚𝐦𝐨𝐬, 𝐜𝐮𝐚́𝐧 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐬𝐞𝐫. 𝐄𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐬𝐦𝐨𝐫𝐨𝐧𝐚𝐫𝐥𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐣𝐚𝐫𝐧𝐨𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐮𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐢𝐦𝐛𝐨𝐫𝐫𝐚𝐛𝐥𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚.
- 𝐄𝐝𝐰𝐢𝐧 𝐕𝐞𝐫𝐠𝐚𝐫𝐚 -
Los personajes de Cobra Kai no me pertenecen. El único que es de mi autoría es Park Min-ji y su padre.