En 1535, un objeto perteneciente a Ah Puch, el temible dios maya del inframundo, llegó a la ciudad más importante del Imperio Español, pero, a pesar de ser relegado al olvido por la Iglesia durante quinientos años, la amenaza que supone para la humanidad no fue eliminada.
En diciembre del año 2012, el Códice de Fray Bernardino llega a manos de la jefa del departamento de restauración del Archivo de Indias, Ireri Dávila. Aunque aún no lo sabe, el viejo manuscrito es la clave para que la peor de las profecías mayas se haga realidad.
Ahora, Ah Puch cuenta impaciente los días para que sus seguidores en la Tierra le invoquen gracias a una reliquia de oro que se creía perdida, mientras que Ireri y su familia se verá envuelta en una carrera contrarreloj para descifrar el enigma que oculta el antiguo manuscrito, salvar a su hija y descubrir qué hay de realidad en las creencias y predicciones del Bactúm XIII.
Según la piedra sagrada, el Mundo terminará el 21-12-2012. Sólo tienen cinco días para evitarlo.
Teo Palacios nos invita a presenciar unos hechos plausibles y reales en una mezcla perfecta de documentación histórica, thriller y la actualidad más inquietante.
Una novela de ficción que ocurre en nuestros días, alterando nuestra realidad y nuestro tiempo.
Un desenlace que pronto presenciaremos.
Quedar atrapados en los asuntos de los semidioses prehispánicos por un collar que se rehúsa soltar a su nueva portadora, no es con exactitud la definición de vacaciones que tenían planeadas Morgan y sus amigos. Menos descubrir que ella es la pieza faltante de la profecía más esperada de todo el panteón mexica, aquella que consistirá en construir una nueva era para que sus padres regresen a la tierra que les pertenece y les fue arrebatada hace más de 500 años. De lo contrario todo caerá en penumbras por la eternidad.
Morgan deberá estar a la altura de los semidioses por su deseo de salvar a su país y seres amados, obligándose a cumplir dicha profecía, si es que sus asuntos mentales y los problemas amorosos no la terminan consumiendo primero.
Si los conflictos románticos entre humanos ya son difíciles, entre seres divinos peleando por ella es aún peor, algo que podría llevarla a un viaje solo de ida -y sin escalas- al Mictlán.