Me había enamorado de ella, y aunque pensé que solo me bastaría con amarla en silencio, pero eso ya no me bastaba, y ahogaba mis penas en alcohol... Solo ella era capaz de liberarme de la soledad. Los personajes no me pertenecen son propiedad de Masashi Kishimoto, la historia en 100% de mi autoría. Todos los derechos reservados®All Rights Reserved