No importa cuantas cosas hayas logrado en tu vida, cuantos amigos tengas, la buena o mala relación que mantengas con tu familia, la cantidad de dinero en tu cuenta bancaria. No importa si eres fuerte o débil, si lastimaste o te lastimaron, si superaste cosas de tu pasado o aún lidias con fantasmas. Nada de eso importa cuando tu vida cuelga de un delgado hilo. ¿Qué harías si descubrieras que la tuya fue destruida en cuestión de segundos?