"... le miro a esos ojos miel que le encantan, pero en ellos solo se refleja la tristeza de su corazón, el dolor, y el eco de sus palabras, desgarradoras, los acompañan en aquel callejón, oscuro, aterrador..."
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Manuela y Diego a pesar de asistir a la misma escuela primaria, y ahora secundaria, al igual que vivir en el mismo pueblecito, y en el mismo vecindario nunca han cruzado palabras, ni miradas. Aunque como culparlos cuando son tan distintos el uno del otro. A Manuela le gusta pasar los días en el parque con sus amigos, o jugando video juegos en casa. También le gusta el helado de vainilla, y de hobby colecciona objetos robados de las pequeñas tiendas en la calle principal. Todo lo contrario al muchacho, que no practica deportes porque no es deportivo, es intolerante a la lactosa, introvertido, y pasa sus tardes en casa escuchando música clásica, o de algún otro género en busca de inspiración para su próximo libro, pues quiere ser escritor. Pero a pesar de sus diferencias Diego y Manuela, en un día de verano se verán obligados a unir fuerzas. Aquel fue el comienzo del romance entre los dos... de las notitas de amor.
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