Me encontraba en la misma posición, atada de mis manos, sujeta a una cama, con mis ojos vendados. Horas, días, semanas, en realidad no sabía cuanto tiempo llevaba así, había perdido la noción del tiempo... En esos momentos solo quería que todo acabará, cada día era una tortura, estaba cansada de estar en esas cuatro paredes, mis manos ya no aguantaban más la posición en la que me encontraba, ya no tenía voz, ni fuerzas, incluso lagrimas, solo miedo, temor de pensar que en cualquier momento iban a entrar alguno de esos hombres, aquellos que se turnaban para poder torturarme, con tan solo pensar en ello mi cuerpo temblaba de miedo, solo esperaba salir viva de ahí, no sabía cual sería mi destino, solo sabía que todo era por culpa de La Bestia....