La mañana en que Atticus despertó todo era extraño, confuso e incierto. El mundo que conocía desde pequeño estaba hecho pedazos y ahora resurgía de las cenizas con un canto silencioso. Sin embargo, no se encontraba solo; Charlie estaba junto a él mirándolo con bastante atención. Muchos encontraron la muerte en esa batalla, ellos encontraron el amor.