Estoy corriendo sin rumbo, no pienso ir a casa, no sé donde irme justo en estos momentos, a pesar no tengo muchas opciones, este vestido no me deja nada de movimiento.
Mi mente me traiciona haciendo que varias preguntas pasen por ella, ¿Cuándo se conocieron?, ¿Esto fue un juego para él?, ¿Fui un juego?, me duele, ¿lo odio?, no me puedo engañar a mi misma, no lo odio, en cambio, lo amo aunque me causa gracia.
Decirlo, pero si lo amo, pero no me puedo hacer esto a mi misma sabiendo que solo fui un juego para él o peor aún una misión.
Corro con lágrimas en los ojos, se me nubla la vista, no lo tomo importancia, solo quiero correr o levantarme de esta pesadilla, si eso quiero que sea una pesadilla, caigo de rodillas contra el pavimento, me quejaría, pero no siento el dolor solo pienso en lo que vi y escuche. .
En serio fui tan idiota creerme en las palabras que me decía y si lo fui.
Pensé que no volvería a caer denuedo, pero no mi mente pierde en esta batalla, resultó ganador mi corazón, pero para qué para sufrir el doble de lo que hubiera sufrido antes de enamorarme del así.
¡Hubiera preferido nunca haberme enamorado así!.
Esta historia es completamente mía.
La vida de Edward Kellington, Duque de Netherfield, perdió sentido cuando su esposa murió hace unos años. Pero unos ojos grises y una noche de tormenta, fue suficiente para que los problemas se adentren en la vida de este monarca tan recto.
Miradas trazadoras, respuestas tajantes y un mentón altanero, es lo último que necesitaba él para colmarle la paciencia. Por más que quiera negarse, una tormenta en forma de mujer se adentra en su vida, revolviendo su existencia y rompiendo la coraza de hierro y cemento de ese corazón congelado por el tiempo.
Esta hermosa portada se la debo a @LrEditorial.