Todo iba bien para la chica, estudiaba la universidad y trabajaba en una cafetería, ayudaba a sus padres con el gasto de la casa y también para comprarle algunas cosas a su hermanita que apenas tenía tres años. Era tiempo de frío, varios clientes iban a tomar un café o chocolate caliente con un rico pan, estaba hablando con la chica que estaba en la caja, ambas eran muy amigas, al sonar la campanilla que tenía la puerta, la chica se dió cuenta que había llegado un nuevo cliente, así que decidió ir para tomar su pedido, dejando la plática pendiente con su amiga, la chica se acercó al joven que estaba sentado mirando todo el lugar como si no lo hubiera visto antes, pero quién iba pensar que aquel chico sería parte de su vida al igual que el hermano de su amiga.