El período Edo se conoció, en toda la historia de Japón, como uno de los períodos más tranquilos. Pese a que la paz se mantenía imperturbable sobre sus ciudadanos, la nuevas generaciones continuaban una tras otra entrenando para ser los próximos nobles protectores de su sangre y su tierra. Kuroo Tetsurou es otro hombre que encuentra la vida divertida en una línea de honor. Yamaguchi Tadashi un joven que siguió los pasos de lo que amó. Ambos, entrelazados en la historia, lucharán por lo que quieren y creen correcto.