Joana vive en Barcelona, es muy joven como para seguir las normas que su padre le impone. Ese es el problema. Después de escaparse de casa para acudir a un festival en la ciudad condal junto a sus amigos; su padre decide que ya es suficiente, decide enviarla con su madre, Montse; quién la abandonó cinco años atrás. Un pequeño pueblo de Albacete será donde tenga que vivir, sin ninguna actividad, apenas sin cobertura en el móvil y sin contacto con sus amigos. Apartada de su vida, a Joana no le quedará otra opción que resignarse a vivir en un pueblo donde la homosexualidad, no está aceptada del todo.