A sus 200 años su alma dejó el mundo mortal en una hermosa palabra a la luz de la luna. Jamás espero transmigar al cuerpo de un escuálido niño de 9 años. Pero la vida es impredecible, solo deseaba una vida tranquila, pero la familia Cheng asesino a su Madre (o así la considera), ahora el será el artífice de su destrucción. Sin saber que tendrá la oportunidad de tener aquello que siempre se ha negado a dar, así como sanar viejas heridas que creyó haber borrado. Pero ¿La tomara o por el contrario la rechazará? Solo el lo decidirá. «Ah, la vida, tan imprescindible y dinámica como las aguas del océano y la misma naturaleza.»