La familia Robinson: amable, solidaria, humildes y bondadosos con sus vecinos y prensas, sin duda una familia ejemplar que, a pesar de su fortuna, siempre han sido correctos. Hasta que un terrible suceso marca su destino y los hunde hasta lo más profundo, negando todo tipo de explicación, cierran las puertas de contacto con todos los medios. Pasan los años hasta que emerge la consecuencia de aquel suceso, una luz de esperanza se crea, él no sabe que debajo de todo, se esconde un mal mucho más grande que el dinero. Alguien o algo quiere venganza y lo conseguirá a cualquier costo. Ahora que el primer eslabón no está, es hora de ajustar cuentas. Es mejor que sigas las reglas, todo está bien, solo: No hables, no comentes, no llores, no discutas, no indaguez, permanece en silencio, es mejor así, estarás segura.
¿Quién es él? Su personalidad es tan enigmática como su pasado. ¿Es agradable? Para unos lo es, algunos lo aman, otros le tienen algo de envidia, otros lo odian. Es difícil pensar algo de él sin tener contacto directo, ¿te dejarás llevarte por rumores? Él pasado está pidiendo la cuenta, consumiendo toda su vida hasta no tener más que hacer que afrontarlo. ¿La tentación jugará en su contra?
Todos cargamos con un poco de locura dentro de nosotros. Y es esa irracionalidad la que lo alimenta, la que dibuja una sonrisa que muestra sus dientes afilados y listos para romper piel y destilar sangre. Él puede olfatear la locura en tu alma como un sabueso entrenado, hambriento de dolor, destiñendo decadencia y muerte. Shhh, no digas su nombre.
Cover Art & Design: Consuelo Parra