Siempre existen momentos en la vida que te forman como persona, ya sea para bien o para mal, pero de todos esos momentos también existe ESE momento que se destaca porque pasa como un huracán arrasando todo lo que creías, todo lo que eres y todo lo que puedes ser.
En su caso fueron ellos, bueno, El.
Fue su error, sin duda. Debería haberse mantenido en las sombras, como siempre, fuera de su radar. Pero, ¿Quién puede resistirse a la tentación de acercarse a ellos, "los Seis Dioses" ?
Aunque Monserrate ha vivido toda su vida en Hellish Kingdom , jamás imaginó que una sola noche podría cambiarlo todo. Su obsesión, tan poco saludable, por los dioses la había llevado lejos, pero ahora enfrentaba una decisión crucial: aceptar las macabras cosas que ellos hacían, mirar hacia otro lado o simplemente acabar con su juego.
Deimos lo sabe bien por experiencia: sus amigos son lo primero. Son su esencia, su igual, y siempre estarán por delante de cualquier otra persona.
Sus nacimientos fueron cuidadosamente planeados, destinados a convertirse en los indiscutibles dueños de Hellish Kingdom, y todos lo saben. Pero antes de que ese día llegue, tienen una misión: purificar su amada ciudad, erradicando a toda la escoria que se oculta tras máscaras de familias ejemplares, en oscuros callejones, en el gobierno corrupto e incluso en los malditos colegios.
Aunque ellos crean que son dioses no están extensos de cometer errores y si dan un paso en falso puede que les cueste su Olimpo.
Cegados por el odio, la venganza, la avaricia, la crueldad, la egolatría e incluso un retorcido sentido de la justicia, todos se adentrarán en un camino que, quizá, no los conduzca a un final feliz.
¿Habrá algo que los salve?
Asher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel.
Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la chica está loca. Tiene una actitud tan dura que es difícil de romper y suele irritarlo todo el tiempo desde que se ha mudado a vivir con su hermano y él.
Y cuando los chicos del equipo le proponen que no conseguiría conquistar a alguien como Skye, lo ve como un reto que está dispuesto a jugar, una apuesta para conquistar el corazón de alguien como Skye es suficiente para que Asher acepte, pues es demasiado competitivo y no está dispuesto a perder su puesto en el equipo de hockey y pasarse el resto del año en la banca como le han apostado.
Sin embargo, a medida que conoce a Skye, Asher se da cuenta que la chica es todo lo contrario a lo que le ha tratado de demostrar, conquistarla no parece tan complicado como pensaba y el corazón de ella no parece ser el único en juego.