Claudinne y Christopher habían sido amigos íntimos durante el colegio. No obstante sólo se habían besado una vez, a los quince años. Ella había pertenecido a la nobleza británica y él ocupaba un lugar importante en la alta sociedad europea. Sin embargo, un buen día, Claudinne desapareció y nadie supo más de ella ni de sus padres. Trece años más tarde, ambos jóvenes se reencuentran en París, donde Claudinne trabaja en una exquisita joyería de la Place Vendôme a la cual Christopher acude para comprarle un regalo a su nueva esposa.