Así que esto es lo que pasa: un día Amber Grey quiere invitar a un chico a salir, quiere pasar más tiempo en su tienda de música preferida y su mayor problema es que su hermano ha cambiado la contraseña del Wi-Fi. Otra vez.
Y entonces, todo cambia cuando un niño (muy mono, por cierto, y bastante irritante) aparece en su habitación con estrés post-traumático, una familia disfuncional y la noticia de que, no solamente se casará con él, sino que el mundo se acabará en ocho días.
Así está la vida.