El recién llegado Taven, viaja con la intención de formar parte de los Black Dragon, intentando extraer información del enemigo para poder ayudar a Cassie Cage y a las Operaciones Especiales, todo estará bien hasta que Taven conozca a Kano, al principio se odian, también surgen las preguntas, ya que el aspecto que Kano recordaba del Semidiós Edeniano no es el mismo, ahora su cabello no era negro, era rubio, y sus ropas eran otras, era muy diferente al Taven que conocía, pero eso no importó después de un tiempo, sin darse cuenta, terminan llevándose bien, Taven incluso logra sentirse como uno de ellos después de cierto tiempo, pero no debía olvidar que Cassie Cage le había encomendado una tarea, pero se llevaba tan bien con Kano que después de un tiempo su amistad se convierte en algo un poco más perverso, adictivo y hasta tal vez romántico, algo que ninguno de los dos quiere, aunque sepan que los dos están completamente equivocados al negar que realmente les gusta.
Advertencia:
HISTORIA CON CONTENIDO HOMOEROTICO, SOLO +18 Y/O FANÁTICOS DEL YAOI.
Nota: Las caras y los personajes que ven no me pertenecen, cada uno pertenece a su respectivo dueño, tan solo es fanfiction a mi modo, respetando los derechos de autor.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.