"Eres mía", dice en tono posesivo, mientras que en todas partes donde me toca, mi piel se ilumina con hormigueos. Sus labios encuentran su camino hasta los míos, y su lengua toca mi labio inferior exigiendo la entrada, pero le niego el acceso, provocando que gruña y apriete mi cintura, haciéndome abrir la boca, para luego tomar ventaja hundiendo su lengua en mis labios entreabiertos. De pronto empieza a acomodarse encima de mí y....... [Más altos rangos; # 5 hombre lobo]