Me encontraba vendada y amarrada a una silla. Estaba confundida. ¿Dónde estaba? ¿Qué hacía aquí? Nada parecía ser lógico hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.
- Sé que estás confundida y es razonable qué lo estés, pero es mejor que no pienses más, porque no encontrarás las respuestas a tus no formuladas preguntas.
- ¿Quién eres?. Pregunte confundida
- Pierde cuidado, mi identidad no importa. Así que escucha con atención, cuídate de él. Dijo con voz seria
- ¿Quién es él?. Sentí por un momento que sonrió.
- Alguien que destruirá tu vida y esa vida tranquila que llevas. Así que toma este consejo: no corras a ese misterio que te llama a gritos, hazte de oídos sordos y puede que salgas invicta de él. o... tal vez no. Lo escucho reír cuando dice sus últimas palabras.
- Si quieres seguir como es tu vida de ahora, es mejor que corras lejos de él. Dijo con una voz de advertencia
- Te pregunté quién es él. No pedí tu consejo. Dije a la defensiva
- Es mejor que quede como está, después de todo, ya sabes que la curiosidad mató al gato. Carcajeó al decir lo último, tanto que sentí escalofríos recorriendo todo mi cuerpo.
- Pero el gato murió sabiéndolo. Susurré a la oscuridad.
- Sí, bueno, esperemos y no sea este tu caso. Dijo con una voz ronca.
- Supongamos que este es un adiós, pero dudo que lo sea, después de todo, diga lo que diga o haga lo que haga, ignorarás el hecho de que fuiste advertida. Dijo con voz divertida.
- Buena suerte Aruna, que la suerte esté contigo, porque la necesitarás. Rió a carcajadas haciendo eco, dándome escalofríos.
¿En qué me metí?
O mejor dicho ...
¿Quién es él?
¿Que pasa cuando dos familias son enemigas,? Freen Sarocha y Rebecca Armstrong tendrán que luchar en contra de sus apellidos... y ver si el amor vencerá o podrá más el odio...