Se removió sintiéndose pesado, cada parte de su cuerpo entumida, el lugar le era desconocido, la piedra caliza y los muros sin ventanas, exhalo antes de intentar una vez más moverse, sentándose finalmente después de un rato de batallar, estaba limpio con ropas cómodas, aquello no era un hospital, comprendió de inmediato, en su muñeca un brazalete familiar, con runas y un grabado que provocó le faltara el aliento, subiendo su mirada asustado, observando cada cosa, la simpleza de la habitación, una cama, un baño y la puerta donde estaba recargado
-Hola Tom... -Murmuro Severus con una sonrisa felina y ojos brillantes que parecían consumirlo, ¿estaba en el cielo o tal vez en un infierno?, eso solo el menor lo diría.