Mi vida era tan normal, tendía una buena familia, amigos, un novio y mi siempre fiel amigo de cuatro patas, subestimaba mi realidad. Es increíble como gritar a el cielo en un momento de profunda pena y dolor podría cambiarme la vida tan drásticamente, pero acá estoy recordando esa vida que ahora veo tan lejana todo por culpa de este ser que ahora tiene mi alma cautiva y mi odio declarado por toda la eternidad.