«Si estamos en un cuarto oscuro y decimos que no hay luz,es porque alguna vez hemos visto la luz.Algo parecido sucede con la felicidad.» -Tilak,Swami. Desquebrajadas las nulas piezas que polvorientas eran abandonadas en el ardúo confín de su pecho. Nostálgicas,desoladas,como una bagabunda hoja otoñal perdida en el viento de verano,alegando su destrono del querer vivo. Tras las incontingencias del ayer llegaría a su vivencia más partes por recostruir,con sus últimas fortalezas se aferrarán a las esperanzas escazas suplicando que su rompecabezas se mantenga en pie ante la lobreguez que consumía su entereza,aún estando en la plena juventud. Órbes monocromáticos de matíz triste,lindos los ojos perdidos en la fétida lobreguez,lindos los malos recuerdos tras ellos que desgarran el color de la esperanza perdida. Oxidadas las cadenas grisáceas que arrastraban consigo aterradores retratos carmesí, impregnandose en sus memorias añejas cuando lo prematuro estaba presente,con la misma fervensia que le absorbía entre el ingrato tormento salado de sus mofletes,cicatrizándose entre ellas la ausencia eterna de la calidez. Corazones rotos; contraproducentes los sueños venenosos y erráticos los pasos para caminos indecidos que cincelarán el destino tras vociferaciones inentendibles en los desleales pasados,cuyas penumbras les acribillaran el alma a quién les pase,el terror de la culpa que acompañaba a la soledad de la primavera,sin saber que en sus flores se señían inolvidables momentos ambiguos. Joyas sólo un par igual,bailarán en conjunto enlazadas por el destino,unidas en un juego de querensia que nos enseñará que no todas las historias bonitas,tratan sobre un pasional romance. «Dos luciernagas apagadas que inconcientes buscan la luz.»All Rights Reserved
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