Lo aburrido y monótono ha sido mi día a día desde que tengo memoria. Es decir, nunca he necesitado algo más. El peligro y la adrenalina no iban conmigo, soy la persona más "normal" que puede existir. Siento que si mi vida fuera un libro o una película a NADIE le importaría.
Y luego estaban ellos, mis vecinos. Con esa aura que gritaba ¡Peligro!, Su propia mirada te advertía lo que significaba meterte con ellos. Hay tantos rumores sobre Los hermanos Baker, el siguiente peor que el primero, tantas cosas absurdas que eran increíbles de creer. Al vivir a lado de ellos se podría pensar que los conozco a la perfección, pero nada que ver; esos chicos y yo solo interactuamos de pequeños, al crecer me alejé completamente de ellos, no me agradaba nada el ambiente en el que viven, y ni loca me metería en el a menos que me obligarán.
Sólo hay algo que tengo muy claro, y es que son tan fieles como si de algún tipo de manada se tratase, si dañabas a alguno de ellos, los demás te atacarían como si fueras la presa más apetitosa del mundo, así que ten cuidado.
Los hermanos Baker son mucho más de lo que las personas hablan... Mucho más.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...