"La vida es sueño". En mi caso una pesadilla desde hace, exactamente, tres meses y dos días. Desde que me subí a ese avión privado de camino a la mansión de mi familia en uno de los barrios mas caros del mundo. Al subir cuatro hombres me ataron y me dejaron inconsciente gracias a un paño mojado con cloroformo. Según calcule, dos días después desperté en una habitación asquerosa con solo una cama, un váter y un agujero con una manguera que hacia de ducha. En ese momento, pensé que era un sueño, una pesadilla y de ahí la frase "la vida es sueño"; pero, en mi caso, "la vida es pesadilla". Una secuestrada eso es lo que soy.