La ciudad de Los Santos era tranquila, se respiraba paz y seguridad. Cualquier atraco, asesinato y demás era rápidamente atendido y resuelto por Conway junto a sus fieles agentes, en especial Volkov e Ivanov, aunque, eso no cambiaba el hecho de que el Super Intendente era la persona más borde, grosera y fría del lugar. Poniéndote la piel de punta al escuchar un simple suspiro suyo. Aunque claro, todo llega a su fin. Y esa paz, tranquilidad y orden, llegó a su fin siendo destruido y poniéndolo completamente todo de cabeza tras la llegada de Gustabo y Horacio. Poniendo a Conway y Volkov de cabeza.