_- ¡Nana! ¡Nana! - el sonido de los pies de ambos gemelos resonó entre los enormes pasillos del castillo, corriendo con ansias hacia la dulce mujer._ _- Con calma, niños, con calma ¿qué sucede? - preguntó esta risueña al ver a ambos pequeños saltar sobre ella. Acarició sus cabellos rubios con cariño haciendo que ambos se tranquilizaran._ _- Nana Byun, ¿puedes contarnos una historia? Por favor, ¿sí? - preguntó dulcemente la niña._ _- Sí Byun noona, una historia, algo de aventura, con guerreros y cruzadas- acompañó el niño con emoción y ternura a ojos de la mayor._ _- ¡No! Nana, algo romántico, por favor - suplicó la pequeña rubia con ojitos de cachorro juntando sus manos._ _La mujer mayor rió y suspiró mientras tomaba asiento en una de las mesas de la cocina de la servidumbre y los invtaba a hacer lo mismo. - De acuerdo, de acuerdo. Les contaré una historia de guerreros - la pequeña rubia hizo una mueca al escuchar las palabras de su nana- que se enamoraron. - esta vez fue el gemelo de la niña quien hizo una mueca, mientras ella sonreía y aplaudía tiernamente._ _-En esta historia, aquellos que se enamoraron tuvieron que pasar por mucho para estár juntos. Y fue muy difícil, ya que de hecho ellos solían odiarse mucho cuando se conocieron. Peleaban y discutían en todo momento, y eran tan indiferentes. - ambos niños pusieron una expresión confundida en sus rostros._ _- Pero nana, ¿cómo llegaron a amarse si se odiaban tanto como lo dices?-_ _-Bueno, pequeña, de eso les hablaré en la historia, así que presten mucha atención.- ambos niños asintieron y miraron curiosos a la criada. Expectantes por la historia que se les contaría, incluso el gemelo varón, que irónicamente aparentaba ser el menos interesado al principio._