En la antigüedad existía un planeta donde los seres vivos no existían y reinaba la espiritualidad, un planeta vacío donde todo se encontraba en otra dimensión. Un día un espíritu sin darse cuenta logró pasar a la dimensión donde el vacío lo era todo. El espíritu se sintió tan solo y desesperado por volver con su alma gemela en su otro reino que comenzó a desear su compañía día y noche sin cesar, hasta que su energía se agotara.
"Desearía tener a alguien con quién estar y dejar de sentir está soledad abrumadora este inmenso vacío"
Sus plegarias fueron escuchadas por un estrella que se encontraba a millones de años luz de su planeta y fue a conceder su deseo, pero por desgracia el espíritu ya había agotado toda su energía para cuando llegó. La estrella sintió compasión por el espíritu y se sacrificó para volverlo a la vida. La estrella se enterró en el planeta y se creó un árbol, de este crecieron 2 retoños con un capullo en ellos.
Pasaron días, semanas, meses y años... Hasta que los capullos abrieron sus pétalos suavemente, dejando caer una llave y un candado al suelo. Las reliquias comenzaron a flotar y el espíritu solitario reencarnó en carne y hueso sosteniendo la llave, este ya no era un espectro, sino que tenía vida. Confundido miró el candado flotando frente a él, y por instinto usó la llave posada en sus manos. Cuando la cerradura fue abierta, se comenzó a crear otro cuerpo de carne y hueso frente a él, era su alma gemela de la otra dimensión... Así nacieron los primeros humanos en el planeta.