Linaje Maldito

"Mientras estaba viva, me creí eterna. Creí que si me movía con la belleza suficiente, el mundo me abriría las puertas. Nadie me enseñó que algunas puertas llevan directo al infierno."

Carmen Laine tiene diecisiete años y una belleza que parece no pertenecer a este mundo. Oscura, inteligente, encantadora, adictiva. Siempre supo cómo moverse en él sin entregarse a nadie, ni al amor ni al dolor. Y mucho menos a los hombres. Juega con ellos con la seguridad de quien no teme perder, porque nunca está realmente en la partida.

Desde la muerte de su padre, su vida se volvió más gris. Su madre, que alguna vez fue bella, vive atrapada en trabajos mal pagados y sueños rotos. Carmen la mira con desprecio, creyéndose a salvo de ese destino. Cuando se mudan a la casa del nuevo novio de su madre -una mansión de lujos, secretos y silencios- Carmen cree que por fin está en el camino correcto: el que lleva al poder, a la vida que siempre sintió que merecía.

Pero hay presencias en esa casa que no esperaban su llegada.

Gabriel es una de ellas.

Con diez años más que Carmen, él ya lo ha probado todo: cuerpos, sustancias, ciudades, excesos. Vive rápido, se quema lento. Es perverso, brillante, tan peligroso como atractivo. Una criatura dañada que lleva el caos bajo la piel y una rabia muda en la mirada. Ella despierta algo en él. Él, algo en ella. Ninguno está listo para lo que eso significa.

Entre pasillos elegantes y miradas que no se sostienen demasiado, Carmen empieza a descubrir que hay lugares donde ni la belleza ni la inteligencia sirven de escudo. Que hay juegos donde no se puede ganar. Y que hay personas que no olvidan, no perdonan... y no tienen límites.