Él sufría en silencio, mantenía su fortaleza y seguía adelante a pesar de estar destruido... Él estaba decidido a recuperar todo lo que un día le fue arrebatado. Ella huía de su pasado, con una carga en sus hombros que no le permitía confiar en nadie, y la mantenía atada a la miseria. Dentro de la eterna oscuridad que lo envolvía... Ella llegó a su vida como un rayo de Sol a darle un respiro de esperanza. Él llegó a la suya a salvarla y devolvérselo todo. Sus vidas se cruzaron con un propósito... Pero el destino el destino les arrebató la oportunidad de reconfortarse sobre la calma del mar de infortunios que los absorbía. No los dejaron amarse... No se los permitieron. A él, le arrebataron su esperanza, a la persona que amaba... A ella, le arrebataron su dignidad... Se lo quitaron todo. Ahora él quiere venganza, prometió hacer pagar por el daño causado y no se detendrá hasta ver a los responsables arruinados. Él ya no ama, ya no cree, ya no tiene esperanza... Es un hombre herido profundamente con un corazón forrado en piedra que hará hasta lo imposible por cumplir su promesa. Él los quiere ver muertos a todos... Aunque para hacerlo, tenga que dejar algunas piezas rotas.