Una chica. Seis chicos. Mamá siempre dijo que los monstruos existían, que a lo largo de mi vida encontraría a varios. Eso fue antes. Antes de matarla. Su último aliento fue soltado junto con las palabras: "Cada día, tarde y noche verás a un monstruo, porque ese monstruo eres tú, Anelís" Pero te equivocaste en una cosa, mamá. Encontré más monstruos como yo, con secretos como el mío.